Como ya les hemos estado anunciando, ya fueron publicados los resultados oficiales del XXVlll Concurso CAP 2014, cuyo primer lugar recayó en la propuesta de los estudiantes Simón Echavarría, Christian Paredes y Marcelo Valenzuela (USACH) -guiados por el profesor Rodrigo Aguilar- y quienes propusieron un bloque de viviendas multicultural en el barrio multicultural de Patronato en Santiago de Chile.
Mientras el segundo lugar fue para el proyecto de los estudiantes María Fernanda Vargas, Enzo Céspedes, Matías González y María Ignacia Domínguez, todos de la Universidad Finis Terrae y quienes propusieron el Paseo Mirador Cerro La Virgen, en uno de los cerros de Vaparaíso afectados por el incendio de abril pasado.
A continuación, conoce esta propuesta premiada en el concurso chileno.
Según los ganadores: una de las primeras dificultades con la que se encuentra la ciudad de Valparaíso en materias de planificación urbana, es la de convivir con una geografía abrupta que no ha sido nada fácil de domesticar. Sus 42 cerros y quebradas condicionan un habitar en pendiente que a medida se distancia del plan, ha carecido de planificación. Esto ha generado la propagación de asentamientos informales, los cuales presentan problemas de conectividad, escases de equipamiento y prácticamente inexistencia de espacios públicos. La zona alta de los cerros de Valparaíso ha quedado totalmente excluida del centro urbano, convirtiéndose en periferia.
La propuesta se origina tomando en consideración tres aspectos fundamentales observados a partir de la problemática.
- La importancia de conseguir una baja ocupación de suelo en contacto directo con el terreno.
- Otorgar una mayor conectividad al lugar con su contexto tanto transversal, como a favor de la pendiente, acortando distancias.
- La incorporación de equipamiento, donde los habitantes puedan instalar sus propias fuentes de ingreso, ya sean locales comerciales, talleres, cafés, etc.
Se propone crear un nuevo suelo, extendiendo la cota natural de la vereda de manera horizontal con dirección hacia la quebrada Las Cañas. Se proyecta un suelo extendido y abalconado que al distanciarse de la calle Carlos Rogers se distancia también del nivel natural del terreno tomando atura, construyendo lo vertical bajo el suelo.
El nuevo suelo se sostiene por una estructura compuesta por módulos prefabricados apilables, los cuales contendrán las vivienda, y un espacio servidor lateral (por el sur) el cual alberga las circulaciones, accesos y escaleras. Sobre estos módulos, se propone proyectar una cubierta habitable a modo de terraza, la cual tiene acceso controlado (solo para los vecinos) al sistema de circulaciones. La repetición de esta operación genera una sucesión de muelles que se descuelgan de la calle formando un paseo por las alturas, regalando un nuevo espacio público que sea soporte para nuevos usos (plazas, ferias ambulantes, miradores etc.).
La propuesta contempla dar solución a problemas de conectividad que se encuentran presente en los cerros altos de Valparaíso, generando conexiones transversales que disminuyan la distancia del transitar en la pendiente. Por otro lado se propone crear una calle longitudinal al interior del conjunto, sobre la cota natural del terreno, logrando articular y conectar todos los bloques, transformándose en un espacio colectivo que es capaz de mutar entre un espacio público y uno privado (con control de horario nocturno). Esta calle además de poder ser utilizada como vía de escape en caso de cualquier emergencia, puede albergar equipamiento y otros usos como comercio minoritario, o actividades económicas que involucren a los vecinos (talleres de oficios, almacenes, verdulerías, cafés, etc.)
El proyecto pretende generar un reordenamiento territorial de las viviendas situadas actualmente en el Cerro La virgen y la quebrada Las Cañas. Se reubican y densifican las viviendas, emplazándolas en una zona segura distante de las quebradas. Se integra el espacio público con el uso de sus cubiertas habitables, logrando la inclusión del proyecto al lugar y regalando un espacio para mirar Valparaíso.
SOBRE EL MATERIAL
Uno de los principales atributos del acero como material de construcción radica en la rapidez con que puede armarse una estructura. Esta condición, sumado a la levedad que permite tener piezas de gran tamaño pudiendo ser trasladadas con relativa facilidad, abre la posibilidad de pensar en la prefabricación, de manera de reducir costos y tiempo en la faena de construcción, o en este caso montaje.
Se propone proyectar un módulo de 450 cm. de ancho por 600 de fondo y 280 de altura. La estructura consiste en entender cada plano (horizontal o vertical) como un elemento estructural autónomo, que al unirse formen un paralelepípedo estructurado por sus aristas, sobre las cuales descansaran los módulos superiores. Cada vivienda se conformará con dos módulos apilados de manera vertical, entregando además un suelo para ampliación de 3 m. de ancho x 9 de largo, ya que se puede extender por sobre el espacio de las circulaciones exteriores. De esta manera se entregan viviendas de 54 m² interiores con un área de ampliación de 36 m², pudiendo llegar a un total construido de 90 m². El sistema de circulaciones que conectan las viviendas, está pensado como un andamiaje que se apoya lateralmente sobre los módulos formado a través de marcos rígidos con vigas y pilares IPN arriostrados modulo por medio. El módulo prefabricado, se transporta desarmado en camiones que pueden cargar hasta 4 unidades a la vez.
Se plantea también, que el modulo proyectado puede ser una solución viable para reemplazar el actual sistema de vivienda de emergencia (la mediagua) que pese a ser considerado de carácter transitorio muchas veces termina siendo una solución definitiva. Con un sistema eficiente de gestión, las viviendas pueden prefabricarse y acopiarse en distintas zonas del país pudiendo ser trasladadas con rapidez a cualquier zona dentro del territorio nacional, bajo un contexto de emergencia.
Y recuerda, revisa todas las propuestas premiadas y noticias sobre este concurso, acá.