Descripción de los arquitectos. En un terreno de doble frente en La Lucila se implanta un volumen de hormigón que a través de un retiro lateral de cuatro metros permite desarrollar 4 unidades por planta en los primeros tres pisos y 6 duplex en los pisos cuatro y cinco.
En el frente y contrafrente las unidades son apaisadas y tienen dos dormitorios tipo split con ventanas de tres hojas y tres guías que permiten la integración del afuera al sector social del departamento. Las unidades que dan al retiro lateral cuentan con expansiones aterrazadas con parrilla individual.
El edificio se expresa tal cual es. La estructura de hormigón se deja a la vista, formando un juego de voladizos, llenos y vacíos, rehundidos revestidos con mosaico veneciano, tensiones entre ménsulas y vigas que no se tocan, etc. Las fachadas se completan con aventanamientos de aluminio y un pasamano de acero que recorre las tres caras del edificio. En la medianera se generaron dos patios que permiten una circulación semicubierta en cada piso. Esta se trató de una manera lúdica, con un diseño gráfico de grandes tipografías y el verde como color contrastante con la medianera de revoque texturado negro.
La planta baja es libre y se le dio un cuidado tratamiento arquitectónico. Cuenta con 19 espacios guardacoches y servicios comunes en el fondo (pileta, solárium y vestuario) que mediante un juego de canteros circulares gana privacidad para disfrutar del pulmón de manzana. El cielorraso tiene unas gargantas de luz circulares que replican los diámetros de los canteros en el otro plano horizontal de la planta. Hacia la calle el espacio remata con un cerco/portón de durmientes de quebracho que generan una permeabilidad controlada. Desde la calle éste hace las veces de reja de madera que con el tiempo se irá pareciendo cada vez más al hormigón del conjunto.
