Descripción de los arquitectos. Cinco pequeñas casas con un revestimiento único del ladrillo y techos verdes y jardines en el techo crean el marco para el nuevo jardín infantil de Copenhague. El jardín infantil abrió sus puertas en julio de 2014 y es el resultado de un concurso realizado en 2012 ganado por los arquitectos daneses COBE en colaboración con los arquitectos paisajistas PK3 y los ingenieros DAI.
"Con este proyecto, hemos querido crear un centro diurno de clase mundial. Un lugar que ofrece el mejor entorno posible para que nuestros hijos crezcan, y que promueve el aprendizaje de los niños y la creatividad. Situado en una zona histórica de Copenhague que alberga principalmente hogares de ancianos y residencias, hemos sido muy conscientes de asegurar una coherencia entre la zona histórica y la nueva construcción. De ser un último destino luego de una vida larga de muchas personas, el área ahora es también un lugar donde los niños crecen y comienzan sus vidas", dice Dan Stubbergaard, Fundador y Director Creativo de COBE.
Dan Stubbergaard continúa: "Es un arte sensible añadiendo novedad a lo antiguo en una zona histórica. En primer lugar queríamos entender las características de la zona y luego queríamos fortalecerla, pero al mismo tiempo crear algo nuevo y contrastante. La fachada del jardín de niños es, por ejemplo, una clara referencia a los edificios de ladrillo rojo de la zona. En lugar de utilizar ladrillos horizontales tradicionales, la fachada se compone de lamas verticales de ladrillo continuas como una banda de casa en casa, y que rodea el jardín infantil y el parque. Además de ser la cubierta del edificio, la fachada de este modo funciona como una cerca para el patio de recreo, una protección de los tejados y una pantalla contra los rayos del sol en frente de las ventanas. La fachada da una expresión uniforme y al mismo tiempo crea una interpretación moderna y coherente con el área". Y continúa: "El objetivo era crear una casa que no sólo entendiera y mostrara consideración por su entorno, sino que también aportara algo radicalmente nuevo y diferente".
El jardín infantil consiste en cinco pequeñas casas de una a tres plantas - todas con techos verdes y jardines en el techo. Desde el exterior, el jardín infantil aparece como un pueblo para los niños, pero desde el interior es coherente y eficiente. Esto ayuda a crear un lugar que es pequeño, compacto y emocionante para los niños, así como funcional y flexible en la vida cotidiana.