El surgimiento, masificación y democratización de Internet es una revolución sin precedentes en todo aspecto, y claro, en la arquitectura también ha marcado cambios irreversibles respecto a su creación, difusión, discusión y evaluación. Así mismo, los concursos de arquitectura han sufrido un crecimiento exponencial del alcance de sus convocatorias y nivel de proyectos, estimulando la sana competitividad, la multidisciplinariedad online y la reestructuración de sus formatos.
En ese contexto, entrevistamos a Javier Molowny, cofundador de la iniciativa española digital Arquideas. "Es difícil visualizar un futuro cuando la fugacidad y rapidez tecnológica apenas te dejan vivir el presente", señala.
Lee la entrevista después del salto.
Plataforma Arquitectura: ¿Cómo surgió Arquideas?, ¿qué motivó a sus fundadores?
Javier Molowny: Surgió en el año 2010, a raíz de presentarnos -Raúl Domínguez, Rodrigo Makin y yo- todos arquitectos con intereses e inquietudes comunes, a diversos concursos de ideas a nivel internacional. Nos dimos cuenta que, a estas convocatorias de gran interés social, ya que se actúa sobre espacio público, se presentaban un gran número de estudios de arquitectura, que exponían sus ideas en diferentes paneles, maquetas, memorias y presentaciones audiovisuales, y tras el fallo del Jurado, dichas propuestas no tenían la difusión que correspondería a este tipo de iniciativas, independientemente de si las propuestas habían obtenido algún tipo de reconocimiento o no.
Pensamos que todo aquel trabajo de investigación, cuyo resultado final es, no sólo ganar el concurso, sino materializar la idea desarrollada, debería difundirse y acercar, con ello, la arquitectura a la sociedad.
Por otra parte, también fuimos conscientes de la dificultad que tienen los estudiantes de arquitectura y jóvenes arquitectos en hacerse un hueco en el panorama arquitectónico actual, en ese momento de transición entre el periodo académico y profesional. Estos fueron los puntos de partida con los que empezamos a trabajar.
De este modo, decidimos organizar nuestros propios concursos de arquitectura, de la manera más profesional posible, apostando por un Jurado de reconocido prestigio internacional, con el fin de darle una adecuada difusión a las propuestas presentadas, aportando el reconocimiento adecuado a sus autores, y diluyendo, de esta manera, la frontera entre lo académico y lo profesional.
PA: ¿Cuál es el principal interés al escoger la temática de sus concursos?
JM: Le damos especial importancia al paisaje. Entendemos que el paisaje o el contexto en donde se desarrolla un proyecto es uno de los elementos definitorios fundamentales de su solución.
Tenemos especial interés en que la temática de nuestros concursos sea atractiva para los participantes y que estos tengan la posibilidad de desarrollar una interesante labor de investigación en torno al proyecto que desarrollan, intentando no indicar un emplazamiento específico en dónde se ubica la propuesta, sino aportando un ámbito en el que los participantes deben elegir y justificar, en muchos casos, el emplazamiento en concreto basándose en sus diferentes ideas de proyecto. Esto ha propiciado la generación de numerosos planteamientos diferentes por parte de los concursantes en cada uno de nuestros concursos, desde propuestas más compactas hasta aquellas dispersas en el paisaje.
PA: Si bien son diversos tópicos, localizaciones y programas, ¿qué destacan de los proyectos ganadores de los últimos concursos organizados?
JM: Uno de los aspectos o características que tienen en común es la claridad con la que expresan la idea del proyecto. Este hecho -junto con un adecuado estudio tanto del entorno o contexto en donde se ubica la propuesta- así como de su problemática programática, han generado propuestas muy interesantes que han puesto las cosas muy difíciles a los miembros del Jurado.
Me viene a la mente el proyecto ganador de nuestro concurso Landscape, Architecture & Wine, en el que la propuesta no sólo era una bodega, sino que generaban, mediante una topografía artificial, un espacio público de encuentro muy interesante. Ese plus es una de las características que muchas veces sorprende a nuestro Jurado.
PA: El surgimiento, masificación y democratización de Internet es una revolución sin precedentes en todo aspecto, y claro, en la arquitectura también ha dejado su impronta. ¿Cómo creen que Internet ha transformado la organización y participación en los concursos de arquitectura? ¿Hacia dónde creen que podría evolucionar?
JM: Gracias a Internet y las nuevas tecnologías todo el mundo tiene un mayor acceso a la información, facilitando que las personas interesadas en participar en algún concurso internacional de arquitectura tengan la posibilidad de chequear las diferentes ofertas y posteriormente elegir la convocatoria que más les interese.
En cuanto a la organización y participación, Internet ha supuesto una verdadera revolución: los participantes se registran online, sin necesidad de enviar ningún tipo de documentación física, acceden a toda la documentación del concurso desde la plataforma web y son informados de todo lo relacionado con la convocatoria través del grupo del concurso o mediante una comunicación directa.
También tenemos la posibilidad de realizar las votaciones de los miembros del Jurado a través de la plataforma web. Este hecho es interesante cuando es complicado ajustar agendas para posibilitar una reunión física, que puede suceder cuando los miembros del Jurado son de diferentes países.
El beneficio de Internet en la difusión de los proyectos ganadores es sumamente interesante, ya que las propuestas se pueden difundir en medios especializados de diferentes países, aspecto que de otra manera sería más complicado.
La evolución de los concursos de arquitectura apoyados en las nuevas tecnologías, dependerá de los nuevos avances digitales. Es difícil visualizar un futuro cuando la fugacidad y rapidez tecnológica apenas te dejan vivir el presente.
PA: ¿Cómo crees que impacta en la carrera de un(a) arquitecto(a) joven el ser premiado en estas instancias de participación global?
JM: Es un reconocimiento a la buena resolución del problema que se plantea en la convocatoria: que tu proyecto sea seleccionado ganador en un concurso, en el que se presentan alrededor de 200 propuestas de estudiantes o jóvenes arquitectos de diferentes países, supone un posicionamiento del autor del proyecto en el panorama arquitectónico actual, que le puede facilitar el acceso a un estudio de prestigio o, incluso, le puede abrir el camino hacia una trayectoria profesional de éxito.
Personalmente, pienso que hoy en día es muy importante presentarse a concursos de ideas para no perder esa línea de investigación que debe tener todo arquitecto o que debe existir en todo estudio de arquitectura.