Descripción de los arquitectos. Wilkinson Eyre ha completado el último Maggie Center en el Hospital Churchill, en Oxford. Inspirado en el concepto de una casa en el árbol, el centro Maggie de Oxford, en el edificio Patricia Thompson, flota entre los árboles en un pequeño bosquecillo en el borde de los terrenos del hospital. Levantado sobre pilotes, se posa ligeramente en el paisaje bajo él, mientras que la torcida geometría de la forma arquitectónica genera espacios interiores llenos de suaves movimientos y luz natural. El diseño destaca la naturaleza e interactúa con ella para proporcionar confort y tranquilidad para los visitantes en sus momentos de necesidad.
Fue clave, para el concepto de diseño, crear un edificio que se sintiera cálido y acogedor. El Centro necesitaba tranquilidad, un poco neutral y de ninguna manera corporativa o con aspecto de clínica. Esto fue conseguido por la geometría angular de la forma arquitectónica que ha añadido movimiento y vida a los espacios interiores.
Una serie de fragmentos planos en tres dimensiones, plegados y envueltos entre sí alrededor de una distribución tripartita, permite que la estructura encaje entre los árboles existentes, y que los visitantes tengan un escape visual en el paisaje. Terrazas exteriores y senderos entre el bosque ofrecen a los visitantes la oportunidad de explorar y sumergirse aún más.
En consonancia con el entorno de los bosques, el edificio se ha construido en madera en su totalidad. Para minimizar la interrupción en la flora y la fauna, los paneles prefabricados de madera contrachapada fueron erigidos sobre columnas de madera laminada, fijos a soportes de fierro ocultos debajo de la tierra. Grupos informales de columnas inclinadas apoyan la estructura y evocan una maraña de troncos de árboles en el bosque. Los materiales de la superficie son en gran parte madera y cristal, los cuales son amables y familiares, aunque modernos, y resistirán al clima mezclándose cómodamente dentro del paisaje.
El plan maestro se compone de tres alas que surgen desde un espacio central, como una interpretación directa de los requerimientos Maggie, permitiendo áreas separadas para la información, el apoyo emocional y la relajación. Todos están relacionados con el corazón central de bienvenida del edificio, que dispone de cocina, mesa de comedor y cocina.
Los espacios son de una escala doméstica, amable y acogedora, pero también ofrece espacios tranquilos para retirarse y reflexionar. Claraboyas acristaladas conectan tabiques con el cielo de los recintos, e integran la luz a través del edificio. Aberturas de ranura en el techo permiten el acceso de los rayos del sol en los espacios, y aberturas en el suelo ofrecen vistas a través del paisaje de más abajo. En conjunto, estos elementos se combinan para crear una fuerte relación entre los espacios interiores y el entorno natural, ofreciendo múltiples puntos de vista y luz natural.
Algunos importantes detalles han mejorado aún más los espacios interiores del Centro: la mesa de la cocina (diseñada por Wilkinson Eyre) y la colorida alfombra en la zona de relax (diseñado por Diana Edmunds), son diseños a medida; mientras que las delicadas líneas superficiales grabadas en las paredes de madera refuerzan suavemente la geometría del edificio.