La Escuela Taller Cartagena de Indias y la Sociedad Colombiana de Arquitectos anunciaron recientemente los resultados del concurso de diseño de los enlaces peatonales en las murallas de Cartagena, definido como "un recorrido peatonal por las cortinas y baluartes movilizándose de forma continua, confortable, segura y amena" para la ciudad colombiana, cuyo centro histórico fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.
El primer lugar recayó en la propuesta de Mobo Architects, mientras el segundo lugar fue declarado desierto por el Jurado. Asimismo, las menciones honrosas fueron otorgadas a Manto Arquitectos junto a Pablo Lorenzana, Estudio Altiplano, Estudio Bau Arquitectos y Síntesis Arquitectos; y la segunda para la Fundación Ecosistemas y Ciudades Orientadas hacia la Sustentabilidad, de Cartagena.
Conoce la propuesta del equipo liderado por Manto Arquitectos, ganadores de la primera mención honrosa en el concurso colombiano.
Según los arquitectos: el proyecto es desplegar la muralla de Cartagena hacia su borde exterior por medio de rampas y una línea en concreto rojo. El objetivo es contrarrestar la introversión de la ciudad vieja que divide la sociedad cartagenera, contener el aumento del nivel del mar y recuperar la memoria sobre el funcionamiento del sistema completo de defensa de la ciudad amurallada.
A escala territorial, el proyecto es una línea construida de bordillos en concreto rojo de 40 cm de ancho. Esta línea sirve de guía hacia las antiguas construcciones militares y reunifica el sistema completo de defensa gracias a su particular materialidad. La línea es también la oportunidad de construir un ducto subterráneo que ordene las redes de servicios públicos.
A escala urbana, la línea roja transforma el borde exterior de la muralla en una playa, un parque inundable y un muelle. Estos espacios públicos convierten el borde abandonado en el nuevo sistema de defensa de la ciudad. Su propósito es contener temporalmente el aumento del nivel del mar, mejorar la calidad del agua y proveer de nuevos espacios públicos con sombra a los habitantes de Cartagena.
A escala de la ciudad antigua, las rampas despliegan la muralla hacia afuera. Adosadas a ésta por medio de planos inclinados, estructuralmente auto-portantes e independientes de la muralla, las rampas repiten la geometría militar con pantallas en concreto rojo. Al igual que la muralla, las estructuras rojas proveen un espacio útil en su interior. El objetivo es recolectar aguas lluvia para el mantenimiento y uso del espacio público que crean las rampas al tocar el suelo.
Con la construcción mínima de las rampas se desencadena una transformación de escala urbana y territorial estructurada desde la muralla. Esta transformación supone la construcción de una plataforma de encuentro para la población de Cartagena, actualiza el sistema de defensa de la ciudad hacia el cambio climático y recupera la memoria del crecimiento de la ciudad y de su antiguo sistema de defensa.