Cuando escuchamos el término mampostería, la fabricación digital y los procesos de construcción automatizados no s on las primeras ideas en venir a la mente. Por su propia naturaleza, la arquitectura levantada con piedra es más pesada, masiva, e incorpora menos luz natural que otros métodos. Sin embargo, con su propuesta de investigación "Smart Masonry", los arquitectos de ZAarchitects proponen abrir nuevas oportunidades a través de técnicas de fabricación digital en piedra y otros materiales que parecen alejados de las tecnologías actuales.
Sigue leyendo para entender el proceso constructivo propuesto y algunas imágenes que nos muestran cómo podrían verse estos nuevos edificios.
Los diseñadores Dmytro Zhuikov y Arina Agieieva inspiran las bases de su nuevo sistema estructural en las técnicas de construcción tradicionales. Al tomar los conceptos básicos de la historia antigua, la amplia gama de precedentes le ofrece a los arquitectos contemporáneos una gran cantidad de información para aprovechar. Uno de los desafíos más importantes en el diseño de estructuras de mampostería a lo largo de la historia fue garantizar el soporte de cargas y minimizar la masa del edificio lo máximo posible, para fomentar el flujo de luz y ventilación natural. Gracias a las tecnologías modernas, que nos permiten optimizar y minimizar este peso muerto, el esqueleto estructural de "Smart Masonry" es increíblemente ligero. Además, se pueden generar una enorme cantidad de geometrías complejas mediante el uso de técnicas de construcción robóticas, asegurando que cada elemento pueda ser replicado con la misma precisión cada vez.
Este método propuesto está relacionado con el programa y la ubicación del centro building-makers en Berlín. La maquinaria que se utilizará para construir el edificio será luego conservada en su núcleo, actuando como un recordatorio de su origen.
Conceptualizada como una malla transparente, una serie de elementos superpuestos y articulados reemplazan muros, columnas y vigas. Ahorrando en materiales y costos, todo el edificio está diseñado como una "superficie mínima", cuyo "patrón de estrés" es optimizado y materializado como un sólo patrón de carga.
Mezclando las ventajas de la impresión 3D y los elementos prefabricados a gran escala, el concepto busca maximizar la eficiencia en la construcción, lo que reduce aún más los costos y mejora su precisión. Un brazo robótico permite la producción de geometrías complejas en cada piso. En comparación con los métodos tradicionales, este brazo robótico es más compacto y reduce los costos de mano de obra a lo largo de la totalidad del proceso de construcción. Además, es mucho más rápido que la impresión 3D y puede producir formas digitales complejas en una pequeña fracción de tiempo.
La forma general de la estructura comienza con geometrías básicas que son manipuladas de acuerdo a su eficiencia estructural, con una técnica conocida como "casting positivo", que se utiliza para conservar los recursos y para producir elementos y geometrías únicas.