Desde la década de 1930, la empresa Herman Miller se ha asociado a una serie de icónicos diseñadores -George Nelson, Charles y Ray Eames, Isamu Noguchi, entre otros-, con el objetivo de producir piezas que se transformarían en grandes clásicos del diseño, como el sofá Nelson Marshmallow, la silla Eames o la mesa Noguchi. Los productos han sido fabricados de acuerdo a las especificaciones originales de los propios diseñadores, pero se han ido sumado nuevas opciones de materiales y colores, buscando siempre un equilibrio entre la escultura y la ingeniería; entre la artesanía y los procesos industriales.
Conoce cómo estos célebres personajes cambiaron los paradigmas clásicos relacionados con el diseño de muebles, y cómo sus tempranas innovaciones siguen vigentes hasta el día de hoy.
Diseños clásicos para el espacio actual
A lo largo de su historia, el éxito de la empresa ha estado fuertemente relacionado con la decisión de asociarse a reconocidos diseñadores de muebles. La idea de relanzar estas creaciones clásicas no sólo se relaciona con lo estético; estos diseños presentan innovaciones únicas que los hacen relevantes y exitosos en la actualidad.
La silla Eames, de contrachapado moldeado, por ejemplo, entregó una nueva perspectiva tecnológica para prescindir del relleno y cambiar las nociones tradicionales de confort.
"Los detalles no son detalles. Hacen al producto". Charles Eames
El banco Nelson Platform de George Nelson, por su parte, estableció un nuevo patrón de valor para el mundo de los muebles multiuso, al cumplir el papel de mesa, asiento y plataforma a través de materiales básicos.
"Para que un diseñador trate de manera creativa las necesidades humanas, primero debe hacer una ruptura radical, consciente, con todos los valores que él identifica como antihumanos". George Nelson
Los soportes simétricos de madera de la base de la mesa Noguchi, de Isamu Noguchi, mantienen la esencia de la escultura que ahora aparece como mobiliario, mezclando arte y funcionalidad.
"La tarea del escultor es dar forma al espacio, darle un orden y un significado. De esa manera ese arte 'desaparece' o se integra con el entorno". Isamu Noguchi
Parte fundamental de las características de estos mobiliarios es su simpleza y su diseño eficiente. Esto supone que desde sus primeras líneas están pensados para considerar su impacto ambiental y durabilidad a largo plazo, evitando su rápida obsolescencia. La gran mayoría de los clásicos de Herman Miller, fabricados durante la década de 1950, permanecen actualmente en uso.
Nuevas formas de trabajar: cambio de paradigmas
A través del diseño innovador de mobiliarios, Herman Miller ha generado además una propuesta de renovación de los espacios de trabajo, apostando por un sistema de oficina abierta, cambiando el antiguo concepto de cubículos fijos.
Este sistema, lanzado de forma visionaria en 1968 con el proyecto Action Office (hoy, Living Office), rompió con el diseño tradicional de oficinas a través de un concepto que se ajustaba a la manera en que las personas realmente trabajaban, entregando mobiliarios flexibles y combinables, de manera de configurar espacios eficientes en relación a su uso.
* Revisa su propuesta Living Office aquí y más detalles de los diseñadores asociados a la marca en el siguiente link.