Descripción del Arquitecto: La pequeña aldea de Sobral da Lagoa, desde donde se ve Óbidos y su laguna, es una aglomeración urbana de zonas rurales, donde algunos animales, que ayudan en la agricultura, cohabitan con sus dueños en construcciones precarias.
Desenvolviéndose a lo largo de una línea de cresta, paralela al mar, la aldea es formada por una serie de parcelas que muchas veces tienen dos accesos, como es el caso de la parcela en la que se implanta la casa.
Se trata de un terreno con cerca de 200m2 y con una muy topografía bastante acentuada, donde la casa se ha adaptado con sus tres plantas.
En una de las calles, donde el ambiente urbano es más complejo, se tiene acceso a la casa en sí, dejando para atrás una fachada relativamente vaga, donde la presencia de los tramos exteriores contribuye para la abstracción de la escala de la casa.
Son estos tramos vanos, tal como lo es la fachada oeste, que mejor caracterizan la imagen de la casa, ya que sus aros y persianas de madera son pintadas con diversos colores, dando a cada espacio interior una marca cromática sobre un blanco.
Detras de cada estructura de aluminio anonadizo el color es visible, por lo que es a veces bastante obvio cual es su origen o la fuente cromática.
La entrada está a medio nivel, reservando la planta superior para los domitorios e inferior como espacio social y acceso a las terrazas y piscina.
La geometría de la casa nace de la forma del terreno, pero también de una tridimensionalidad que pretende responder las volumetrías adyacentes, reservando algunos espacios de intimidad para las áreas de estar exteriores.