El proyecto de la Plaza de Mercado de Paloquemao hace en 1967 de la mano de los arquitectos Dicken Castro y Jacques Mosseri para implantarse en un lote estratégicamente ubicado en la ciudad de Bogotá, que es alimentado por ejes viales como la Carrera 30 (NQS) y la Calle 19. El edificio está planeado como una masa permeable a las actividades puntuales, que separe de forma correcta las actividades que pueda tener una plaza de mercado, actividades que llegan a ser peligrosas de no saberse separar, debido a la cantidad de material orgánico que entra y sale del establecimiento.
La implantación del proyecto tiene el particular diseño de trazar una diagonal en el terreno, dividiendo las funciones antes especificadas. Esto con el fin de abrirse hacia la ciudad como una plaza en su parte más generosa y crear una fachada de gran envergadura que invitara a los compradores a entrar. Justamente el parámetro de "entrada" fue de especial cuidado para los arquitectos quienes para evitar la proliferación de otros negocios distintos a los mismos la plaza, fueron cerradas las fachadas completamente para que ninguna zona de ventas diera hacia el exterior. Es entonces que se crea un edificio introspectivo, que no sale hacia la ciudad sino que la ciudad entra en él, de forma unidireccional. La plaza está conformada por tres núcleos mayores y tres menores, cada uno de ellos dando sobre amplios patios y un núcleo central. Estos patios (que años posteriores serían techados) están comunicados entre si por amplias circulaciones que son progresivas en su tamaño según la necesidad.
En el proyecto original existían un número de 1.365 puestos para aves, lácteos, verduras, granos, frutas y misceláneas distribuidas en las zonas techadas. El techo es tal vez el elemento de mayor carácter de todo el lugar, que dota de ritmo a quien entre al edificio y se transforma en su lenguaje común: se trata de una serie de elementos triangulares prefabricados en concretos como un plegado a doble altura para propiciar techumbre a las zonas de ventas y a la vez, iluminación indirecta por su despegue de los muros de la plaza.
Contrastando con las zonas de techos prefabricados, existen zonas bajas perimetrales con cubiertas planas. En estas zonas se encuentran 156 almacenes de granos, fritangas, carnes, restaurantes, misceláneas y rancho. Su disposición perímetro se debe a una estrategia de diseño para facilitar el abastecimiento desde el exterior mediante corredores dispuestos exclusivamente para tal función.
Hacia la parte angosta del proyecto se encuentra el núcleo de servicios donde es posible ubicar la administración, un puesto de policía, vigilancia privada y un kinder propuesto por los arquitectos para albergar 90 niños. La tensión de diseño de toda la plaza converge en la administración que tiene la altura suficiente para poder tener visuales hacia los pisos inferiores gracias a la dilatación de los techos plegados con las paredes.
En el interior del edificio cabe resaltar que los puestos fueron construidos con ladrillos con barniz integral de color gris claro y estos mismos puestos están ubicados a un nivel superior de las zonas de circulación para impedir que las zonas de venta se extiendan más de lo que les corresponde.
Lamentablemente el proyecto original no fue construido en su extensión siendo sólo construido el 70% del mismo, correspondiente al lado sur, dejando el resto a la suerte futura. Sin embargo, aún hoy (y a pesar de sobrevivir a un incendio parcial en el 2013, hoy en restauración), la Plaza de Mercado de Paloquemao aún mantiene sus esquemas funcionales intactos y sus estrategias de diseño se conservan, dándole importantes lecciones a los arquitectos de hoy.